Las desviaciones profesionales y la rigurosidad de aprender una segunda ciencia: Y como evitar decir tonterías.

Madrid, 24 de febrero de 2012

Una vez un primo me comentó de las desviaciones profesionales, un tema que no requiere mayor discusión: Cada profesión tendrá una tendencia de pensamiento que analice o enfoque un problema de la realidad de una manera distinta, y a veces muy distinta.

Peor aún, cuando uno desea aplicar otro enfoque, debe desprenderse de sus desviaciones profesionales originarias a fin de hacerlo adecuadamente. Aún más, si lo que desea es afirmar ideas poniéndose en los zapatos de una ciencia o profesión que no es la suya, lo mínimo que debe hacer es prepararse rigurosamente en ésta. Sino, lo único que logrará es decir cosas sin sentido.

Es difícil autoprivarse de eso. Por eso siempre he pensado que, por lo menos para tener dos enfoques relativamente adecuados de dos ciencias, es necesario formarse en ambas, y no atacar una a través de la otra con la que se cuenta tal formación.

En otras palabras, tal vez tengas la desviación profesional respecto de una tercera ciencia o profesión, pero por lo menos entre las dos que deseas discutir e interrelacionar, tal desviación será mínima o casi inexistente.

La rigurosidad del análisis juega un rol muy importante. Si lo que deseas decir, con desviación o no, está dicho a la ligera, pues simplemente serán más tonterías.

Muchos profesionales de una formación profesional asociada a la ciencia A desean comentar, criticar o analizar la profesión o ciencia B. La libertad de los seres humanos lo permite, pero hay que hacerlo bien. No sólo informarse por medios secundarios o terciarios (artículos de « expertos » o artículos períodisticos) sino de fuentes primarias, de teoría pura.

Hay que tener un poco de decencia y verguenza profesional para atenuar el nivel de atrevimiento y polémica que uno desea tener. No son excluyentes, pero si deben usarse conjuntamente de una manera correcta.

Uno puede ser excelente en la profesión A pero decir sandeces en la profesión B, curiosamente los seguidores menos preparados de la profesión A pensarán que una voz autorizada habla de diversas cosas entre ellas B. Otros, los profesionales de B, podrá ser o bien prudentes porque dicho profesional de A tiene cierta reputación o bien directos porque reputación o no, sandeces son sandeces.

El mundo no está para tanta tontería. Estamos para investigar razonadamente, y lograr a través de la innovación y creatividad soluciones prácticas bien elaboradas, coherentes y racionales.

Esperemos que los deseos periodísticos, egocentricos, polémicos o que se yo, no abunden en este mundo de los profesionales, sobre todo entre los profesional que desean salir del plato para ahondarse en otras aguas ajenas.

Verguenza ajena por un lado, y lástima por otro lado son los efectos de este tipo de acciones que pasan por mi mente, y un poco de rabia tal vez, porque son circulos viciosos que no ayudan, sólo polemizan estérilmente las cosas.

Cuido de no decir nombres, pero es bastante obvio. Cuido porque sé que algún día las represalias comenzarán. Pero no tengo miedo. Me siento seguro, me siento preparado. Basta la superficialidad de las profesiones, basta la mentalidad egocéntrica, estérilmente polemizadora y períodistica de algunos profesionales. ¡Basta Ya!

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