Invirtiendo en la juventud: ¿Un riesgo innecesario?

Lima, 10 de enero de 2013

En estos días próximos a las nuevas convocatorias para practicantes y asistentes en las empresas que dirijo, me entra la duda si conviene seguir invirtiendo en la juventud. Hay mucha ingratud, soberbia, conveniencia y otros pecados por ahí que desincentivan a uno. Pero también hay agradecimiento, colaboración, amistad y otros valores.

Evidentemente los pecados y los valores no pueden ser el único elemento a ser evaluado, también debe observarse el verdadero y efectivo trabajo que realizarán estos jóvenes, ya sea en la corporación MARTIN EMAE CORP o en otras empresas.

Tal vez sólo quede la resignación a ser como mi querido equipo de fútbol, el ajax, que tal vez ya no vuelva a campeonar en Europa como antes, pues el mercado se ha dinamizado y materializado tanto que es imposible retener un talento, frente a las demás empresas.

Aún así, mi objetivo es aportar a la juventud, a quienes se lo merezcan por supuesto, a quienes lo deseen. Lo demás, simplemente el tiempo lo dirá…

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