Decir la verdad, lo que se quiere escuchar o para « dirigir » las expectativas economicas? Relación con el periodismo económico.

Lima, 24 de junio de 2013

Una nota breve. Un dilema constante. Que hacer cuando te preguntan en términos económicos, que va a pasar en el futuro.

No basta con desarrollar complejos modelos matemáticos y estadísticos para demostrar hipotesis específicas con potencial limitado de repetición a futuro. No.

Tal vez tenemos una bola de cristal dibujada en el título de economista, o tal vez nos la inventamos nosotros porque nos gusta que nos busquen para estos problemas esotéricos.

El Perú va a crecer a 6%, no a 7%, mejor a 3% para ser conservadores o por qué no 8%. O mejor aún, seamos amigos de todos y digamos de 3% a 8%, o incluso escénico-condicionales, « si ocurre esto 3%, sino 8% ».

Lo curioso es pues, que todo lo que está de estas predicciones puede ser totalmente irrelevanta, ya sea por comprensión, por límites de tiempo o por necesidad de información al mínimo. Que hacer?

Hay dos formas de hacer inclusiva la información y el análisis económico: 1) expresando sus resultados acontextuados y escasamente fundamentados o 2) explicar tranquilamente todo el proceso económico detrás de ese análisis o información. Claro, todo ello evitando decir tonterías ni lanzando frases polémicas capaces de cruzar hemisferios.

Pero si la demanda de estos resultados es así de « especial », la oferta de ello no lo es menos. Con economistas que se creen todo poderosos, predictores, gurús, capaces de dirigir todas las entidades públicas y privadas con toda tranquilidad. Es que también son administradores, como si fuera una rama tan cercana tal como se ha desarrollado últimamente.

En fin, ya llegará el día en el cual los economistas reconozcan que asignar eficientemente los recursos escasos es un tema de decisión y no un de acción ni de proceso de ejecución. La diferencia aún es gris, si, pero otros profesionales ya se perfilan como más eficiente, paradógicamente, que los propios maestros asignadores.

Bueno, por lo menos aún tenemos trabajo diciendo lo que hay que hacer, lo que va a pasar. Cómo hacerlo específicamente o si efectiamente se va a cumplir ya es otro detalle. Esperando que el periodismo económico entienda esto, por el momento, me doy por bien servido.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Tipos de autodidactas y los vacíos formativos

Un rincón de ocio productivo

Líder que dice versus Líder que hace