De vivir, rápido o lento, progresivo o intenso. Ser seguidor o líder, ser exitoso o pudiente. Lo estable o lo incierto.

Lima, 27 de abril de 2013

Estas preguntas pueden parecer opuestas para algunos y cuasi-complementarias para otros. Pero igual son preguntas importantes en el desarrollo de un proyecto de vida, en este caso el mío.

Algunos prefiere ir rápido en sus vidas, dado que el tiempo es corto, así como la vida, lo mejor es vivir rápidamente, desde una niñez que desea ser juventud, a una juventud que de sea ser adultez. Lo curioso es que el argumento acabaría ahí, ya que usualmente una adultez que desea ser juventud o niñez. El ritmo de vida a veces lo pone uno, a veces se lo imponen, a veces el mundo lo impone.

¿De ello, importa poco o mucho el ritmo de vida? Tal vez importa más cómo se vive, en el sentido si es progresivo, rápido o lento, pero progresivo, es decir, quemando etapa por etapa. Aunque, claro, aquél que quiere vivir demasiado rápido, puede pasar de la niñez a la adultez, voluntaria o involuntariamente.

¿Esto último, es vivir intenso o vivir rápido? Es frecuente que se confundan las cosas, sobre todo porque existe una connotación favorable al decir « intenso », lo cual involucra más conceptos aparte de un movimiento dinámicamente rápido. ¿Tan malo es ser reflexivo?

Todas estas formas de vivir, tanto el ritmo, el orden y atención de vida, tienen efectos, entre otras cosas, en el resultado de un profesional. ¿Será líder o seguidor? Usualmente, se valor que aquél que es rápido en términos absolutos e intenso en muchos aspectos, pues simplemente está destinado a ser un líder. Los demás casos, pues simplemente será un seguidor. ¿Cuán correcto es eso?

Si bien es cierto que los líderes deben ser dinámicos, también deben ser pensantes, nunca automatizados, pensar rápido no es imposible. En realidad, para ser líder, o por lo menos, los fundamentos básicos para ser líder, es no querer ser un seguidor. Un líder dirige, a su manera, pero dirige, interviene, interrelaciona, se humaniza, pero eventualmente dirige. Los líderes carísmáticos no dirigen en ese sentido, sino que simplemente son seguidos en sea lo que fuera que deseen hacer.

También existe un debate, si se nace siendo líder o el tiempo lo forma. Definitivamente deben existir elementos primigenios, comenzando por la oposición a ser un seguidor. Pero la pregunta persiste. Un líder rápido, precipitado e intenso es superior que un líder lento, progresivo y menos intenso?Posiblemente la intensidad sea innegablemente un valor, pero el mismo es totalmente separable de la rapidez y de la precipitación, cosa que no siempre se suele hacer.

Ahora bien, las personas, o al menos muchas de ellas, no son líderes como fin último de sus vidas. Algunos desean ese liderazgo para lograr diversas metas, tales como la realización personal, profesional y social. Curiosamente, algunas personas usan ese liderazgo, y a su vez a sus seguidores, como un mero instrumento para lograr tales metas.

¿Es correcto eso?

(continuará…)

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Tipos de autodidactas y los vacíos formativos

Un rincón de ocio productivo

Líder que dice versus Líder que hace